Nikko (literalmente se traduce como luz del Sol) es un pequeño pueblo situado a un par de horas en tren de Tokio, y es uno de los principales destinos turísticos dentro de Japón, tanto por su conjunto de templos, como por la belleza de las montañas, lagos y onsen (aguas termales) cercanos. El conjunto de templos y santuarios están inscritos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta región se caracteriza por sus 48 cataratas, pero la mas famosa de éstas son las cataratas de Kegon, de casi 100 metros de altura (la tercera mas alta de Japón).
Al llegar allí en tren, primera visita obligada al mostrador de información. Hay tres personas atendiendo, a mi me toca una chica joven. Empieza a contarme la historia en inglés, cuando de repente oigo que se le escapa la palaba "autobús". Pienso: "uy!, esta habla español" Y efectivamente. Hablaba español. Y los dos como tontos hablando inglés... No me queda otra que proponerle comer juntos cuando salga de trabajar, así podemos practicar el español...
Se llama Yuka, tiene 27 años, vive en una ciudad a 1h30m de Tokyo y trabaja en Tokyo entre semana, en una empresa de productos ópticos o algo así. Lo de información turística lo hace por vicio...
Bueno, pues allá que nos vamos, cojo el autobús (2000Y) que me llevará hasta la zona del lago Chuzenji y las cataratas Kegon. La verdad es que la catarata no me impresionó mucho, pero claro, aquí en España vamos bastante bien servidos de cascadas similares (Monasterio de Piedra, sin irnos muy lejos). Lo que sí me impresionó fue el frío que hacía a la orilla del lago. Cómo soplaba el Cierzo!
Lago Chuzenji.
El Cierzo soplándome la nuca...
Las cataratas se formaron cuando el río Daiya fue desviado por la lava. La gente no pudo acercarse mucho a las cataratas hasta 1900, cuando Gorobei Hoshino, construyó una casa de te (tardó más de 7 años) cerca de la base la base. El primer ascensor para bajar hasta la base de las cataratas se construyó en 1930. Las cataratas también son muy conocidas por su gran numero de suicidios realizados en esta, desde que Misao Fujimura, un joven poeta de 18 años se suicidara en 1903 en estas cataratas. Después de su suicidio, muchos jóvenes iban a las cataratas y leían un poema que Misao Fujimura escribió subido en uno de los árboles cerca de las cataratas, justo después de leer su poema, los jóvenes saltaban para suicidarse.
Catarata Kegon.
Después de pasar, bastante frío, cojo el autobús de vuelta hacia el pueblo, es hora de ir a recoger a Yuka. Comemos en un restaurante un menú a base de Yuba (es un alimento chino y japonés, se obtiene a partir de la cocción de la soja, y se conoce también como piel de soja o nata de soja). Después de comer, montamos en su coche, y me lleva a ver el recinto de templos. Todo un detalle que me quiera hacer de guía por Nikko.
Paramos en otro de los atractivos de Nikko, el puente Shinkyo. Se considera sagrado, los registros dicen que el puente ya existía en 1636, y tiene una longitud de 28 metros. Se construyó para poder acceder al mausoleo del primer shogun Tokugawa, cruzando el río Daiya. Actualmente, se encuentra cerrado al tránsito, muy pocas personas pueden cruzarlo.
Puente Shinkyo
Yo con Yuka delante del puente Shinkyo.
Después de visitar la zona de templos, es hora de ir hacia la estación. Me despido de Yuka, con la posibilidad de vernos mañana en Tokyo para cenar.
Yo llego a Tokyo un par de horas después.
Mañana es mi último día.
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