20 de noviembre de 2009

Día 04 - Kyoto. Saké

Domingo. Y no sé aún lo que voy a ver hoy. Bueno, toca improvisar.

Cerca del Gojo GH está el templo Kiyomizu-dera. Allí que me voy.

Kiyomizu-dera (Templo del agua pura).

El edificio principal de Kiyomizu-dera destaca por su enorme balcón, sostenido por cientos de pilares de madera, unidos entre sí sin utilizar ni un solo clavo, que sobresale de la colina y ofrece impresionantes vistas de la ciudad.


Cientos de colegiales deseosos de aprender...cuanto abundan!


Entrada al templo


Balcón desde donde antiguamente la gente saltaba. Si sobrevivías,
se te concedía un deseo...



Estas tablillas de madera son "cartas" enviadas a los dioses donde se
pedía por el amor de una persona...

Debajo de la sala principal se encuentra la cascada Otowa-no-taki, donde tres canales de agua caen en un estanque. Según la leyenda, cada uno de los tres chorros de agua proporciona al que lo bebe salud, longevidad o éxito económico y social. Sólo puedes beber de uno de ellos, pues la ambición conlleva, según la leyenda, fracasos y desgracias.


No tengo foto, pero puede beber de la fuente después de una larga fila de gente...

En otra zona del templo hay un largo pasillo con dos piedras en el suelo. La leyenda cuenta que si eres capaz de ir de una piedra a otra con los ojos cerrados, encontrarás en poco tiempo el amor de tu vida. Yo no lo intenté por si acaso lo conseguía... quita, quita.


Las chavalicas se lo pasaban en grande.


Ginkaku-ji (Templo plateado).

Templo budista de Kyoto, conocido como templo plateado, aunque oficialmente se llama Templo de la misericordia resplandeciente). Fue construido en 1474 por el shogun Ashikaga Yoshimasa, quien buscaba emular el Kinkaku-ji o «Pabellón dorado» construido por su abuelo, pero no pudo recubrir el edificio totalmente con plata tal y como lo había planeado


Detalle de las ventanas plateadas.




Un rincón de los jardines que lo rodean.





Jardín de arena y piedras frente al templo.

Después del templo plateado, me dirigí en autobús hacia Heia jinju shrine, que era gratuita y no estaba como para gastar mucho más en templos. Como era domingo, la gente iba de gala, y había muchas geishitas repartidas por la zona.


Entrada al Heian jinju shrine


Detalle de uno de los edificios del interior del recinto.


Haciendo el gamba.


Geishita.

A la salida de este recinto, me encontré con un animado mercadillo de productos artesanales, cerámicas, comidas, cuadros... y al lado del mercadillo, un grupo de personas practicando Tai-chi en mitad de la calle. Básicamente, el Tai Chi es conocido por las secuencias de movimientos que realizan sus practicantes. en las que se observa unión de la conciencia y el movimiento corporal, lentitud, flexibilidad, circularidad, continuidad, suavidad y firmeza; características que transmiten un sentimiento de armonía y serenidad. Curioso. igual algún día me animo a probarlo...


Salida del templo Heian.


Tai chi.

Empieza a llover, y me quedan aún un par de cosas interesantes por ver. Pero con la que cae, me decido por el templo Sanjusangendo.

Sanjusangendo.

Su nombre significa "recinto con 33 espacios entre columnas". Es decir, que se sustenta todo el edificio (que es gigantesto) sobre 34 columnas. En su interior, se encuentran 1001 estatuas de Kannon, y delante de ellas 28 imágenes de deidades guardianas que protegen al dios budista Kannon.


Edificio del Sanjusangendo. Enorme.


1001 estatuas y en primera fila los 28 guardianes.


Kannon.

Como llovía mucho, después de salir de aquí me fuí hacia el hotel. Allí caí rendido en el futón después de comer, y a las 18 o así me despertó Yuu Young. Nos quedamos toda la tarde hablando en el hotel, bebiendo cerveza, y a la noche comenzamos con el saké. También se nos unió Robert, un francés que viajaba solo, y una pareja de koreanos recién casados.


Robert, Yuu y muá. Anda con el saké...


Y mas sakeeeeee... por la noche pasó factura..


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