20 de noviembre de 2009

Día 03 - Kyoto. Me he perdido otra vez?

Arriba bien prontico, a las 7, tocaba cambio de hotel en la zona Este de Kyoto. Decido ir a buscar un bono de autobús de 1 día, para ahorrarme algo en los trayectos, camino de la estación. Lo que vendrá siendo una tónica general durante casi todo el viaje, tuvo su comienzo en la mañana del sábado. No hubo manera de encontrar el Seven Eleven donde vendían los bonos. Y yo con las maletas a cuestas. En realidad estaba muy cerca del hotel, pero los planos que ofrecen no tienen mucho que ver con la realidad... en parte porque las distancias engañan muchísimo.
Así que, después de media hora callejeando y preguntando a la gente en un impecable japones (pffff), pongo rumbo a la estación de trenes. Vuelvo a perderme, esta vez por no mirar el mapa, pensaba que tenía controlado el entorno después de tanto patear las mismas calles...
Al fin en la estación, consigo bajarme del vagón (no es fácil bajar de un vagón repleto de gente en hora punta, y cargado como un burro...), y camino al nuevo albergue, el Gojo GuestHouse. Y... premio! Oootra vez totalmente desorientado. Otra media hora perdida. menos mal que encontré a un buen hombre que no tenía nada mejor que hacer, y me acompañó hasta casi la misma puerta del Gojo GH.
Total, que después de 3 horas perdidas por la mañana, y tras una merecida ducha en el nuevo albergue, comienzo realmente el día.

Uso del autobús en Japón
Abro un breve paréntesis para explicar un poquito cómo funcionan los autobuses. Es complicada su utilización porque, a diferencia del metro, todos los carteles y avisos vienen en japonés. Éstos tienen 2 puertas, una a mitad y otra a la altura del conductor. Se accede al autobús por la puerta trasera, donde por lo general, hay una máquina de donde tienes que coger un ticket, éste indica la parada donde has subido. En la parte delantera, hay un panel con números, y según donde hayas subido y donde te apees, el número indica la cantidad que has de pagar al bajar. Todo esto si no llevas un bono, claro. Cuando bajes debes introducir el ticket en una máquina situada al lado del conductor con el importe exacto (suelen vales los trayectos de 150 a 220 yenes). Si no tienes el cambio exacto, existen máquinas donde puedes cambiar billetes pequeños (de 1000 yenes) o monedas.



Detrás del conductor hay una plaquita amarilla que indica su nombre.

Toji-ji



El recinto del templo Toji-ji (significa templo del Este) alberga una de las pagodas más famosas de Japón, la five-storied pagoda (o pagoda de 5 pisos), con una altura de casi 55 metros, es la estructura de madera más alta de todo Japón.




Servidor frente a la pagoda.

A pesar de su antigüedad son capaces de resistir fuertes terremotos debido a que el material con que están construida es exclusivamente madera, que tiende a combarse cuando soporta mucha fuerza, pero no es fácil de romper. Además es flexible, por lo que absorbe la tensión sísmica.

Después de visitar este templo, decido ir hacia el famoso Palacio Imperial de Kyoto y sus jardines. Pero una vez allí, me encuentro con que está cerrado! Aghh! Con lo que me ha costado llegar (2 líneas de autobús y casi una hora). Por lo menos no llueve (aún...). Pues nada, será por sitios para ver, pongo rumbo al castillo Nijo-jo.

Antes paso de nuevo por la estación de Kyoto. Es un edificio impresionante construido con acero y cristal, que alberga también un centro comercial subterráneo, y otro de 15 pisos de altura, hoteles, restaurantes...


Fachada de la estación.


Interior de la estación.


Vista del interior de la estación desde el mirador de la última planta.

Nijo-jo

Este impresionante castillo, fue construido en 1693 como la residencia oficial del primer Shogun (emperador) de Tokugawa. Posteriormente, pasó a ser proiedad de la familia Imperial. Para entrar hay que descalzarse y por dentro es enorme! Tiene todas las paredes y techos decorados con pintura. El palacio tiene un suelo diseñado para que siempre que se pisa se produzca un chirriante ruido característico. De esta manera se sabía si alguien había entrado en la casa.

Es uno de los más claros ejemplos de arquitectura Edo, y declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Está totalmente prohibido sacar fotografías de su interior, aunque he conseguido algunas de la red para que veáis las impresionantes pinturas de su interior.


Entrada al recinto del castillo


Entrada al Ninomaru Palace.


Jardín Ninomaru alrededor del edificio principal.


Vista general del recinto desde un alto.


Uno de los dos fosos interiores. Muy limpio, por cierto.


Una foto de una estancia interior, con valiosísimas pinturas.

Buff, ya vale de dar vueltas por hoy. Es la hora de comer, y como ayer me gustó mucho la zona del Nishiki Market, hoy vuelvo por allí para comer por la zona.


Unpoco de arroz, y fideos soba


Tienda de abanicos en Nishiki Market.





Cuando el mercado cierra, sobre las 18, me dedico a dar una vuelta por la zona comercial de Shijo Street, una amplia avenida con tiendas de ropa, electrónica, locales de pachinko, gente, gente y más gente (joven sobre todo). Y de allí al hotel, que es hora de descansar. Claro, después de encontrar el camino de vuelta, porque aunque no lo creáis, he vuelto a perderme! No encuentro los autobuses que me llevan al hotel, y ni aún con el plano es posible orientarse... Tengo que volver a pedir socorro...

Conozco en la habitación a Yuu Young, un chico koreano de Seúl, que está pasando unos días en Kyoto (él lo tiene fácil, porque Korea y Japón esán separados tan sólo por una hora de vuelo). Me propone ir a dar una vuelta, y aunque estoy reventado, me voy con él. Me apetece hablar con alguien...

He tenido suerte de encontrarme con él. Es de los mejores recuerdos que me llevo de Japón. (casi todos los mejores recuerdos son las personas que he podido conocer. Hay mucha gente guay en el mundo...)


Kanpai! (o salud, que es lo mismo).

Después de varias cervezas, es hora de acostarse. Ha estado bien el final de jornada. Gracias, Yuu!

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